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La importancia de las emociones para aprender un idioma

14 sept 2020

#idiomas #consejos #Formación

La importancia de las emociones para aprender un idioma

No serás la primera vez que escuchas que nuestro cerebro necesita de las emociones para aprender. Cuando ponemos a prueba sensaciones y emociones, recordamos e interiorizamos con mayor facilidad, con más ganas y una mayor motivación. Resulta que cuando se decide estudiar una lengua extranjera, lo que por lo general se hace por iniciativa personal cuando se es adulto, se nos olvida a los profesores que nuestros alumnos mayores deben también sentir, emocionarse, lo cual los ayudará a involucrarse más con el proceso de aprendizaje y a nosotros nos motivará más, como instructores, a seguir con nuestro trabajo y a seguir investigando para desarrollarlo cada día un poquito mejor y ayudar a nuestros alumnos a que aprendan y lo pasen bien.

Cómo emocionar a los alumnos de lenguas extranjeras

Cada profesor debe ser consciente del ambiente, del contexto en el que trabaja para poder emocionar a sus alumnos y ayudarlos a aprender de una forma más especial y rápida. Por tanto, las claves son muchas. Todo dependerá de tu alumnado específico: edad, motivaciones para estudiar la lengua que han decidido aprender, tiempo del que dispongan para dedicarle al estudio, etc. Pero también depende de los recursos que tengas y de la cultura general de dichos alumnos, lo cual hará que tengan mayor motivación o solo aprendan la lengua porque sí. De todas formas, vamos a dejarte algunos consejos que como profesor, según tu experiencia, podrás poner en práctica en ciertos contextos y momentos:

— Lo primero que tienes que hacer es trabajar con recursos distintos. Una vez que conozcas a tus alumnos, verás que, por lo general, son un grupo más o menos heterogéneo, con gustos e inquietudes distintas. Tira de ese hilo, de las motivaciones personales de cada uno de ellos, esa debe ser tu base. Desde aquí centra tu atención para hacerlos sentir, para hacerlos vibrar alto y positivo, para que se diviertan.

— Las charlas o conversaciones de temas de inquietud suelen dar muy buen resultado. Los alumnos se abren si el ambiente es agradable, si hay escucha y respeto, y suelen generarse diálogos y acercamientos que luego compartirán y recordarán con mucho cariño. Ve derivando temas básicos a temas más profundos en los que cada uno dé su visión  personal, pero dentro de la comodidad de no tener que exponerse demasiado.

Usa las películas en la lengua extranjera para moverlos por dentro. Elige alguna con una trama que sea emotiva, que no los deje indiferente. Esto no quiere decir que tenga que ser una película que los haga llorar; puede ser, por el contrario, una película que les dé vida, que los motive a pensar de otra forma, etc. Los documentales o cortometrajes son una opción estupenda, ya que podrás verlos en el tiempo de una sesión y así no se rompe la magia de un día para otro. Todo el trabajo podrás hacerlo el mismo día.

— Las canciones son también una fuente estupenda para levantar sentimientos, para hacer a los alumnos sentir mucho en poco tiempo. Hay canciones con mensajes fantásticos. Cuando los conozcas un poco más y sepa qué les mueve por dentro, es la tuya.

— Dedica alguna sesión a la gratitud. Es genial cómo funciona, independientemente de la edad de los alumnos. Hazles ver la cantidad de motivos que tienen para estar agradecidos en ese momento, la de oportunidades preciosas que la vida les tiene puestas a sus pies. Cuando son adolescentes, funciona muy bien que saquen un papel con el nombre de algún compañero y de forma secreta escriban una carta a ese compañero dándole las gracias por todo lo que tiene de bueno, por lo que sin haberlo pensado antes cada día los ayuda. Es una práctica que genera un ambiente precioso en el aula y salen muy motivados, a la vez que parctican el idioma.

— Hay textos muy especiales que hace que los alumnos sientan muchas cosas y que después se genere un ambiente de diálogo maravilloso y fertil. Depende de la edad, depende del idioma y de las inclinaciones de los alumnos, pero es una manera muy bonita de llegar a ellos. Escoge algún tema que puedas dar en el corazón de todos ellos, tienes aprendizaje inolvidable asegurado.

— Es fundamental que como profesor seas cercano. Esto no quiere decir que tengas que hacerte su amigo, pero sí que puedes, en el tiempo de clase, recordarles lo que valen, lo bien que lo hacen aunque a veces cometan errores, recordarles que cada uno de ellos desde su diferencia es especial. Y da igual la edad que tengan, todos tus alumnos lo van sentir, te lo agradecerán, cada uno a su forma, y se creará un vínculo muy especial con ellos.

— Aprovecha los medios que tienes a tu alcance y aunque se trate de una lengua extranjera que os tenga lejos del país de origen, es posible hacer rutas y visitas virtuales por lugares poco conocidos que pueda dejarlos con la boca abierta, motivarlos y hacerles sentir muchas cosas bonitas. De esta forma le verán un sentido al estudio del idioma.

— Si es posible tener contactos con alguna lengua del país extranjero, es muy divertido organizar intercambios virtuales con los estudiantes de dicha escuela. Los profesores deben tenerlo todo muy preparado, pero ellos tienen que hacerlo como una actividad que no esperen, para que puedan improvisar. Se lo pasan siempre muy bien y en la mayoría de casos terminan creando lazos que perduran en el tiempo.

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