Los diccionarios: tipos y funciones
Si vas a estudiar una lengua extranjera, ya sabes que desde el principio es fundamental que te hagas con un buen diccionario. De hecho, es una herramienta que es muy aconsejable utilizar también en la lengua materna, ya que nos ayuda a adquirir vocabulario nuevo constantemente, lo cual incentiva la actividad cerebral y nuestras posibilidades de comunicación. Pero ¿sabías que hay distintos tipos de diccionarios?
Posiblemente no lo tenías muy claro; sin embargo, es fundamental que lo tengas en cuenta a la hora de elegir el tuyo, ya que eso puede hacer que más allá del diccionario tradicional te estés perdiendo otras formas de aprendizaje que te pueden ayudar mucho. Hoy queremos hablarte de los tipos de diccionarios que puedes encontrar y utilizar, además de las funciones que cada uno de ellos realizan en la agrupación del conocimiento.
Los tipos de diccionarios más importantes
— Los diccionarios de usos:
Son los fundamentales y los primeros que a temprana edad comenzamos a utilizar, principalmente en las escuelas. Se trata del diccionario en el que podemos encontrar las palabras que necesitamos para comunicarnos y su significado en nuestra lengua. Este tipo de diccionario nos permite resolver dudas con respecto a palabras que no conocemos, nos permite acceder a significados distintos que tal vez se nos escapan. Recuerda que estos diccionarios suelen estar adaptados a las distintas edades. Es fácil encontrar diccionarios de uso para niños y dentro de este grupo, para los niños con muy distintas edades. Este tipo de diccionario lo encontramos en todas las lenguas. Si estudias un idioma extranjero, no será conveniente tener a mano un diccionario de uso en la nueva lengua hasta que tengas un alto conocimiento y dominio de la misma.
— Los diccionarios visuales:
Son aquellos que tienen la misma función que los anteriores. Recopilan una serie de palabras fundamentales con su significado, pero son bastante prácticos, ya que se acompañan de fotos con las que los usuarios pueden esclarecer claramente el o los significados de las distintas palabras. Son fundamentales para los idiomas extranjeros, muy especialmente para los niños, ya que les resulta mucho más ameno y fácil memorizar nuevas palabras y su significado, pero son recomendables para cualquier edad. Si te resulta más fácil aprender con un diccionario visual, no lo pienses y hazte con el tuyo. Busca uno de calidad y adaptado a tus necesidades.
— Los diccionarios bilingües:
Son los que utilizamos cuando estudiamos una lengua extranjera. Se trata de un diccionario que recoge palabras en los dos idiomas de referencia, para que sepas cómo se dice en ambas lenguas la misma palabra. En nuestro caso, la combinación de idiomas será siempre con el español. Este tipo de diccionarios también los hay adaptados, para el nivel del usuario. De todas formas, si tienes pensado estudiar hasta los niveles superiores de una lengua extranjera, hazte con uno que te permita su uso durante todo el recorrido de tu estudio.
— Los diccionarios de sinónimos:
Aunque de antemano suene algo extraño, este tipo de diccionario es muy utilizado, especialmente por los profesionales de la lengua (correctores, traductores, escritores, estudiantes, profesores…). Se trata de un diccionario que contiene una lista de palabras junto a otras con el mismo significado. Esto permite encontrar grupos de palabras muy distintas, pero que significan lo mismo.
— Los diccionarios de antónimos:
Son exactamente igual que los anteriores, pero lo que recogen son listas de palabras junto a otras con significados completamente opuestos, palabras que signfican justo lo contrarios. A veces pueden encontrarse en un mismo volumen los dos tipos de diccionarios, sinónimos y antónimos.
— Los diccionarios normativos:
En este caso se trata del diccionario que podríamos considerar como «oficial», ya que recoge las palabras que la las academias de las lenguas aceptan por su extendido uso entre los hablantes. En nuestro caso se trata del Diccionario de la RAE, en el que podemos encontrar todas las palabras que se consideran dentro de la norma y que la Academia considera necesarias incorporarlas en su lista de palabras en uso.
— Los diccionarios etimológicos:
Son aquellos que recogen el origen de las distintas palabras. Como puedes imaginar, se trata de un material excelente e importante, además de interesante, que permite a sus usuarios ampliar conocimientos sobre las palabras. Son una grandísima fuente de conocimiento y de saber. Muy aceptados y necesitados entre filólogos especialmente, pero también entre un amplio campo de la población con amor a las palabras y con curiosidad por las lenguas.
— Los diccionarios enciclopédicos:
Aunque actualmente tienen poco uso ya que han sido sustituidos por Internet, este tipo de diccionarios ha sido siempre la fuente de consultas de todos los estudiantes. Se trata de un tipo de diccionario muy práctico, ya que recoge el saber ya sea por etapas históricas, disciplinas de estudio…, con información ampliada y detallada. Siempre van acompañados de imágenes, gráficos, esquemas y todos los elementos visuales que hacen el estudio más ilustrado y fácil, además de ameno. Es muy fácil encontrarlos en las casas de cualquier familia, ya que ha sido el soporte de todas ellas para resolver dudas antes de la aparición de Internet. Y aunque ahora la Red contenga toda la información que necesitamos y más, es muy recomendable tener diccionarios enciclopédicos a la mano.
— Los diccionarios técnicos:
Recogen palabras propias de una disciplina. Es decir, son diccionarios con un vocabulario especializado, para todos aquellos que trabajen con un sector determinado puedan encontrar de forma fácil todos los términos que le pueden servir para su trabajo. Muy apropiado para los que están investigando también.