Errores que se cometen al estudiar un idioma
Al comienzo del estudio de un idioma es normal cometer algunos errores. Mas estos pueden acabar rápidamente con tus ilusiones, si estás estudiando una lengua por tu cuenta propia y no tienes quien te haga ver tus errores. Esos fallos pueden ser menores y subsanables si vas dirigido por un profesor, pero también puedes cometerlos, y debido a la cantidad de alumnos es posible que no sean apreciados por el profesor y, por lo tanto, reparados. En ambos supuestos, las equivocaciones son superables si el alumno se da cuenta de que está fallando. En estas líneas vamos a exponer los errores más corrientes que con un poco que pongas de tu parte, lo subsanarás sin grandes dificultades.
Pánico a cometer errores
El mayor enemigo que acecha al estudiante de un idioma en sus comienzos es el perfeccionismo. Si crees que todo tiene que ser perfecto y sin errores, corres un gran peligro, porque puedes llegar a admitir que una equivocación es una debilidad personal, y no lo tomas como una gran oportunidad para corregir y poder avanzar en tu aprendizaje.
Debes tomar conciencia de que solo cometes errores en cosas que todavía no puedes realizar. La cuestión es que si solo llevas a cabo cosas que puedes hacer, lógicamente, no aprenderás. Si adquieres cultura de error, verás que te sirve positivamente cuando estás aprendiendo un idioma extranjero.
Si te tomas unas copas, lo más probable es que te lances a hablar el idioma que estás aprendiendo y con cierta fluidez. Y es así porque en esas condiciones no te importan los errores que puedas cometer. Hablas y dices conforme te vienen las palabras y las frases a tu mente. Está claro que cometerás errores, pero también te expresas con más fluidez. Y el haber cometido los fallos, te permiten subsanarlos.
Estudiar sin dirección ni objetivos
Si no tienes un motivo para aprender el idioma o si las razones no te motivan lo suficiente, tendrás que buscar causas y meta, de lo contrario llegará el fracaso, el abandono.
Efectivamente, cuando decides aprender un idioma, necesitas tener un por qué claro en tu mente. Si es por puro placer, convéncete de que eres capaz de llevarlo a buen término, eso te valdrá como motivación. Resultará muy positivo y alentador pensar cómo hablas el idioma y para qué lo estás utilizando, e imaginar algún momento próximo que tendrás necesidad de emplearlo. Pero si únicamente estás estudiando un idioma por hacerlo, es muy probable que no llegues a ningún lado, sin una motivación especial. Las experiencias nos dicen que el aprendizaje requiere tiempo y esfuerzo. Si careces de objetivo claro en tu mente, tu motivación no existe o es insuficiente.
Esperas demasiado para hablar
Al principio no quieres hablar porque no deseas cometer errores hasta saber expresarte bien. Probablemente escuchas de compañeros o conocidos que ellos aún no están lo suficiente preparados para comenzar a hablar. Piensas que es lógico. No hay motivo para hablar si aún no puedes formar una oración correcta gramaticalmente. Y llegas a la conclusión de que es necesario esperar todo el tiempo preciso para hablar. Un ejemplo que siempre es tenido en cuenta en cualquier faceta de la vida es compararlo con un bebé. Este tiene que aprender a gatear antes de que aprenda a andar. De lo contrario, se caerá y cogerá miedo y tardará más en andar.
Sin embargo, al decir que debes seguir un método de menos a más en el estudio, no estamos diciendo que no puedes hablar hasta que tengas un nivel gramatical alto. Comienza a hablar el idioma extranjero de inmediato, ahora, pues no importa que grado de nivel tengas y hablas con nativo, utilizando lo que sabes con naturalidad y el nativo te entenderá y ayudará a elevarte y a corregirte y no tomes a mal sus correcciones.
No utilices siempre el mismo material de aprendizaje
No es posible aprender ninguna lengua si solo empleas un libro de texto, el mismo curso de audio o del idioma. Bajo esas circunstancias tan solo llegarás a un nivel y es posible que te aburras y desistas de continuar, porque lo más seguro es que te hartes de escuchar o leer las mismas lecciones todo el tiempo.
En el estudio de una lengua es muy importante la variedad, que es lo que realmente te motiva y de esta manera, puedes enfocar tus estudios desde distintos ángulos, porque te concederás más y mejor comprensión del idioma en cuestión.
Aprende a escuchar
Aprender a escuchar es de vital importancia en el aprendizaje de una lengua extranjera, pero no es lo más fácil, sino tal vez, sea lo más difícil. Por supuesto que aprenderás a hablar relativamente rápido, naturalmente, tendrás que practicar de manera asidua. Pero hablar es una cosa, y entender las palabras individuales en una oración por un nativo, requiere bastante más práctica.
Escucha cuanto más mejor a hablantes nativos, bien a través de la televisión, bien por medio de la música de audiolibros o podcasts. Comunicarte con hablantes nativos también por diversos medios es una buena solución.
El ritmo controlable y la constancia son de vital importancia
Si tienes pensado un viaje es lógico que la motivación por aprender el idioma de dicho país sea muy alta. En principio, bajo el empuje de la ilusión aprenderás con rapidez durante unos días, luego la desilusión te puede vencer, porque el aprendizaje irá a menos. La desorientación puede cundirte y poner en peligro tu estudio, por eso es conveniente volver a una carga de trabajo que seas capaz de dominar o ya no aprenderás.
En definitiva, es mejor no comenzar demasiado rápido. Puede resultar ineficaz si multiplicas tu volumen de aprendizaje de la noche a la mañana, porque lamentablemente no lo podrás mantener durante largo tiempo y el resultado puede ser el contrario del que esperabas con tanta ilusión.