¿Es bueno estudiar un idioma a partir de los 65 años?
Las personas de ciertas edades, jubiladas, etc. se plantean qué hacer y por muchas circunstancias y por diferentes vías les llega la idea de que es bueno estudiar un idioma a partir de los 65 años.
El aprendizaje de idiomas, contrariamente a la sabiduría popular, no es una cuestión de edad, por eso todos pueden aprender un idioma en la vejez y hasta es aconsejable. Los estudios muestran que los estudiantes mayores incluso tienen una ventaja sobre los más jóvenes en muchas áreas. Porque los adultos tienen un repertorio más amplio de conocimientos lingüísticos y del mundo al que pueden recurrir cuando aprenden y eso los hace estudiantes más eficientes.
Lee este artículo y podrás ver que es bueno estudiar un idioma a partir de los 65 años siguiendo nuestros consejos al respecto.
¿Qué idioma debes aprender?
Al aprender un nuevo idioma en la vejez, el progreso de su aprendizaje puede depender de tu idioma natal. Si tu idioma de aprendizaje está relacionado con tu lengua materna (como el español está relacionado con el francés), encontrarás más paralelismos en términos de vocabulario y estructura de oraciones para que no tengas que estudiar desde cero.
Pero si deseas aprender algún idioma que difiere más de tu lengua materna, tales son los casos de lenguas con alfabeto diferente (como el ruso) u otra gramática (como el turco), al principio te parecerá más difícil de aprender porque presentan mayores obstáculos y puede que en el principio el aprendizaje sea más lento. Si bien, después, una vez que hayas dominado las dificultades, ¡la alegría y el éxito son mayores y el progreso es más rápido!. Además, una vez entrado en materia y conforme vayas abriéndote camino en el nuevo idioma, verás que las diferencias con la lengua materna hacen que una nueva lengua y su cultura, te atraigan porque te parecerán realmente especiales e interesantes. Y eso, a su vez, tiene un gran efecto motivador en el aprendizaje. Así que no dejes que eso te desanime y usa las diferencias para recordar mucho mejor las características especiales de tu nuevo idioma.
Usa tus conocimientos como recurso
Como es lógico, tu madurez y conocimiento, a diferencia de los estudiantes jóvenes, te facilitará la comprensión y la aplicación de explicación y de las reglas. Si eres consciente de esto, te darás cuenta que automáticamente trabajarás más orientado a tareas y soluciones.
Al estudiar un idioma a partir de los 60 años, comprenderás mucho más rápido los nuevos sistemas de reglas de idiomas y podrás compararlos con los de tu lengua materna u otros idiomas extranjeros que conozcas.
Usa tu idioma y conocimiento del mundo
Debes saber que tienes un conocimiento adquirido ya, gracias a tu lengua materna y esto te ayudará en relación con los sistemas de reglas de la lengua que deseas estudiar, porque tu experiencia te hace conocer más o menos el contexto y esperas las preguntas correspondientes. Por ejemplo, cuando te encuentras en un supermercado, sabes qué preguntas te harán (si necesitas bolsa, fórmula de pago etc.). Esta área se llama “pragmática en lingüística”.
Por tu edad, tu conocimiento y experiencia del mundo, también te vendrá bien pues te ayudará a hacer frente a muchas situaciones lingüísticas, aunque todavía te encuentres en el comienzo de tu proceso de aprendizaje. Porque para una comunicación exitosa se necesita algo más que vocabulario y gramática, la experiencia de vida que tú tienes.
Márcate metas de aprendizaje realistas
Cuando por fin te hayas decidido aprender un idioma, fíjate pequeñas metas de aprendizaje alcanzables. Inicialmente, debes ser consciente de lo que quieres lograr con el idioma: ¿tal vez quieras viajar en tus próximas vacaciones a Francia o ver tu serie favorita en Youtube en el original? Entonces has de tener la suficiente paciencia para ir cogiendo la entonación. Ten en cuenta que si quieres aprender un idioma en la vejez hay determinadas áreas que son difíciles de aprender incluso a una edad temprana, como la pronunciación sin acento.
Según la teoría de la fase crítica de la adquisición del lenguaje (introducida por primera vez por Penfield y Roberts en 1959), existe una ventana de tiempo biológica que es óptima para alcanzar un nivel de hablante nativo, es decir, a la edad de seis o nueve años. Después de eso, es cada vez más improbable que suene como un hablante nativo. Sin embargo, esto no es un obstáculo para una comunicación exitosa cuando el aprendizaje de un idioma y el acento de un idioma extranjero incluso, son saludados de manera positiva o con simpatía por la mayoría de los hablantes nativos. Pero si aún lo deseas, eso no es imposible con la práctica.
¿Cuál es tu motivación y cómo mantenerla?
La motivación para aprender un idioma no te debe faltar, porque es el factor que determina tu éxito en el aprendizaje.
¿Por qué estás aprendiendo este idioma? ¿Por motivos personales o familiares? ¿Por tu pasión por un país y su cultura? ¿O para mantenerte en forma mental? Cualquiera sea la razón, debes ser consciente de ello y mantenerlo hasta el final.
Es cierto que en todas las vidas se dan altos y bajos, por eso es importante que tus estudios, tu idioma de aprendizaje lo integres en tu vida diaria y lo sepas combinar con otras actividades que te gustan que te hacen disfrutar, como leer, ver películas, cocinar, viajar, tener reuniones familiares y amistosas.
También puedes probar una amplia variedad de métodos y medios, como videos de aprendizaje, podcasts, y todo cuanto esté relacionado con el idioma elegido. Hay muchas ofertas en Internet y no siempre tienen que ser lecciones de idiomas tradicionales en clase. Lo principal es que no te satures para no agobiarte que terminarán por aborrecer lo que empezaste con tanto ahínco y placer.